La limpieza de cocinas profesionales es un servicio fundamental para los establecimientos en los que se manipulan y preparan alimentos. Una cocina sucia estará llena de microorganismos infecciosos y malos olores, lo que hará que la comida esté en mal estado, provocando problemas de salud en quienes la consuman. Una correcta higiene, la regulación de la temperatura, una adecuada iluminación y una continua ventilación son elementos necesarios para garantizar que una cocina profesional tenga condiciones óptimas.
Riesgo de incendios en una cocina
Existen muchos peligros que acarrea el no tener una cocina en buenas condiciones a nivel higiénico, pero también existe un gran riesgo de incendios en una cocina donde hay grasa acumulada, ya que ésta puede actuar como combustible en un momento dado y provocar un incendio. Y este no es un riesgo pequeño, pues el 90% de los incendios en cocinas profesionales ocurre debido a la grasa acumulada.
Una de las soluciones a este problema puede ser la instalación de un sistema de
extracción de humos. Los conductos del extractor deben estar bien sellados, para evitar fugas y goteos, y ha de respetarse un espacio mínimo de unos quince centímetros entre ellos y los falsos techos. Los extractores de humo deben ser de motor externo, y debe ser posible trabajar sobre ellos de manera cómoda.
Peligros de una higiene deficiente en una cocina
Una correcta higiene de las cocinas debe acabar con la suciedad que no se ve, como la de los conductos de ventilación y el interior de las campanas. Las cocinas son lugares en los que pueden llegar a acumularse muchas bacterias, grasa e incluso insectos.
El riesgo de no llevar a cabo una adecuada limpieza puede tener consecuencias muy graves, como acumulación de humos o problemas de salud. El problema más evidente que conlleva una deficiente higiene en la cocina es la presencia de malos olores y la acumulación de humos en la zona de trabajo, lo que resulta desagradable para los empleados e incluso para los clientes del establecimiento.
Otras consecuencias importantes de una higiene deficiente son molestias para el personal de cocina, como picor en los ojos o la garganta; o un exceso de sudoración gracias al exceso de temperatura. Otro riesgo, a nivel higiénico, es el goteo permanente de grasa proveniente de las campanas. Este goteo de grasa, que se encuentra acumulada sobre los falsos techos, puede provocar la aparición de insectos, debido a un mal sellado de los conductos.
Una consecuencia de tener una cocina desaseada es la mala reputación que puede adquirir el establecimiento, ya que los clientes no se van a sentir complacidos comiendo en un restaurante que huela mal o que esté sucio en general. Además, la presencia de malos olores puede afectar a los vecinos, provocándoles molestias en sus hogares. No hay que olvidar tampoco que la legislación local suele exigir un cierto nivel de higiene en este tipo de establecimientos, que tiene que cumplirse para que el local no sea sancionado.
En Brillosa realizamos un excelente servicio de limpieza en cocinas profesionales, asegurándonos de hacer una limpieza y desinfección profunda para que la salud de tus empleados y clientes no se vea comprometida.
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